miércoles, 12 de noviembre de 2014

jueves, 10 de julio de 2014

HIJO DE LA LUZ Y DE LA SOMBRA (Miguel Hernández)
Eres la noche, esposa: la noche en el instante
mayor de su potencia lunar y femenina.
Eres la medianoche: la sombra culminante
donde culmina el sueño, donde el amor culmina.
Daré sobre tu cuerpo cuando la noche arroje
su avaricioso anhelo de imán y poderío.
Un astral sentimiento febril me sobrecoge,
incendia mi osamenta con un escalofrío.
Eres la noche, esposa
y yo soy el mediodía.
La noche se ha encendido como una sorda hoguera
de llamas minerales y oscuras embestidas.
Y alrededor la sombra late como si fuera
las almas de los pozos y el vino difundidas.
Pide que nos echemos tú y yo sobre la manta,
tú y yo sobre la luna, tú y yo sobre la vida.
Pide que tú y yo ardamos fundiendo en la garganta,
con todo el firmamento, la tierra estremecida.
Eres la noche, esposa
y yo soy el mediodía.
Caudalosa mujer: en tu vientre me entierro.
Tu caudaloso vientre será mi sepultura.
Si quemaran mis huesos con la llama del hierro,
verían que grabada llevo allí tu figura.
Con el amor a cuestas, dormidos y despiertos,
seguiremos besándonos en el hijo profundo.
Besándonos tú y yo se besan nuestros muertos,
se besan los primeros pobladores del mundo.
Eres la noche, esposa
y yo soy el mediodía.





jueves, 1 de mayo de 2014

La semilla

En la ciudad de Villa Gacel vive la pequeña Lucia con su familia. Su hermano Joaquín, cuida de ella  con mucho cariño. Todos los días cuando regresan del colegio pasan a visitar a su abuela que los espera muy contenta con un rico chocolate.

Un día su abuela estaba plantando semillas en el jardín.  Lucia sintió mucha curiosidad y  le pregunto:
- Abu ¿estás segura que de este insignificante granito saldrá una planta?
- SI, le contesto ella, pronto lo veras.-y así sin más le dio un puñado de semillas para que las plantara en su casa.
Alegre e impaciente le pide a su hermano que la ayude, así que consiguen una maceta y un poco de tierra para poder plantar  la primera semilla.
Al cabo de unos  días, Lucia se decepciona porque nada pasa, entonces Joaquín le pregunta:
- ¿Le has puesto agua para que crezca?
-Uyyyyyyyyyyyy –no sabía- responde ella. De nuevo planta otra semilla, pero esta vez la niña  la ahoga con tanta agua.
Intenta con una tercera, y esta vez  esta vez la coloca en el patio, donde el sol acaricia a su maceta. Las primeras hojitas comienzan a salir, y muy contenta piensa que es el lugar apropiado y decide dejarla allí.
Pero con el paso de los días sus hojitas se secan y es porque el sol las quema. Lucia llora desconsoladamente, su hermano viendo esto le explica
- Lucia, una semilla es una vida y es una responsabilidad cuidarla,  has  visto que si no tienen agua muere de sed, y si tiene exceso también o si  la expones demasiado al sol también le pasa lo mismo. Querida hermana, las plantas son nuestras amigas porque ellas absorben de la atmosfera el anhídrido carbónico que eliminamos cuando nosotros respiramos lo que nos permite seguir respirando aire puro. Te propongo un nuevo intento y esta vez lo vamos a hacer entre  los  dos.
Entonces Lucia y Joaquín plantan una cuarta semilla, la que cuidan con mucho esmero .Y la semilla se transforma en una pequeña planta con unas florecillas blancas que perfuman la casa con un aroma muy peculiar.